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31.5.07

HISTORIA DE LA FORMULA 1 (1950-2005)

El campeonato mundial de Fórmula 1 se inició oficialmente en el año 1950, año en el que Giuseppe Farina ganó el primer título. Anteriormente a este año, se desarrollaron numerosas carreras internacionales. Algunos de los pilotos más destacados fueron Felice Nazzaro (1881-1940), un piloto atrevido, de enorme coraje y fuerza física. El italiano fue piloto de Fiat y fue consagrado tácitamente como el mejor piloto del mundo, para ese entonces.

Después de la guerra, Italia consolidó su perfil como productor de los mejores autos de carrera, y la Alfa Romeo se constituyó como el equipo más exitoso, ganando infinidad de pruebas. Así, no extrañó que Antonio Ascari y Giuseppe Campari se convirtieran en dos de los más capaces y admirados pilotos de carrera.

Rudolp Caracciola, piloto alemán, nacido en 1901 se mantuvo en actividad durante casi tres décadas. Obtuvo un enorme número de victorias en diferentes tipos de automóvil. Era el piloto imbatible en la lluvia, preciso y constante, no cometía excesos ni errores conductivos.

Otro piloto destacado de esta época Pre Fórmula 1, fue Tazio Nuvolari. Este talentoso italiano estableció un audaz estilo de conducción. Antes de llegar a una curva, apuntaba a la cuerda, sin desacelerar. Entonces, al arribar a la misma, daba un volantazo, logrando que el auto se pusiera de costado y las cuatro ruedas se deslizaran sobre la curva con el acelerador a fondo. Así, el coche se enderezaba respecto de la siguiente recta mucho antes que los demás, y podía salir cuanto antes, ganando tiempo precioso. Esa técnica del "derrape controlado" se hizo famosa. Los italianos de hoy lo siguen considerando como el mejor piloto peninsular de todos los tiempos.

Luego de esta breve introducción, llega el campeonato oficial de Fórmula 1, que se crea en el año 1950. Emilio Giuseppe Farina ganó el primer título con un Alfa Romeo 158, tres puntos por delante de Juan Manuel Fangio.

La siguiente temporada (1951) fue dominada por uno de los más grandes campeones de la Fórmula 1, el argentino Juan Manuel Fangio. En las dos temporadas siguientes el italiano Alberto Ascari le arrebataba la corona al balcarceño.

Las estadísticas muestran a Fangio como el piloto más cercano a la perfección. Este piloto argentino comenzó corriendo en Europa a los 37 años de edad, una edad algo madura, pero con una excelente condición física. Fangio ganó cinco títulos: 1951, 1954, 1955, 1956 y 1957. Corrió 51 carreras, ganó 24, obtuvo 28 pole positions y 23 vueltas rápidas. Fangio triunfó con Alfa Romeo, Ferrari, Mercedes y Maseratti. Para la temporada del 58, Juan Manuel se retiró de la F1 y el joven Mike Hawhtorn logró el título con una Ferrari 246.

Jack Brabham fue campeón tres veces, en 1959 y 1960, con un Cooper Climax, y en el año 1966 logró algo que hasta ahora nadie pudo repetir, ganó el título con un auto de su propia construcción, el Brabham BT19/20 Repco. Sus primeros dos títulos abordo del Cooper Climax marcaron una nueva era para la Fórmula 1. Jack fue el primer piloto en ganar un campeonato del mundo con un auto con motor trasero.

La temporada del 61 fue dominada por Wolfang Von Trips abordo de una Ferrari 156. El alemán se iba a convertir en el primer piloto en darle la corona a su patria, pero lamentablemente se accidentó mortalmente en ocasión del Gran Premio de Italia. Von Trips le dejó el título servido a su coequiper, Phil Hill, que irónicamente se convirtió en el primer norteamericano campeón del mundo, abordo de la otra Ferrari 156.

En el año 1962, el inglés Graham Hill le dio el primer título a BRM con chasis y motor propio.

En el año 1963, el campeonato quedó en poder de uno de los pilotos más talentosos y precisos del mundo, el llamado "Arcángel de la velocidad", Jim Clark. Sus dos campeonatos los ganó con un Lotus, modelos 25 y 33. Jim siempre se mantuvo fiel a Lotus. La táctica de Clark era hacer las dos primeras vueltas rápidas y luego sacar un segundo por vuelta en las restantes. Para Jim su primer accidente grave fue el último de su corta vida. Se despistó fatalmente en una carrera de Fórmula 2, en Hockenheim. Logró dos campeonatos mundiales, participó en 72 carreras, venció en 24, logró 33 poles y 28 vueltas rápidas. Ganó las 500 millas de Indianápolis en el 65 y la copa Tasmania entre el año 67 y 68.

Luego de la era Clark, llegó la de otro escocés volador, Jackie Stewart. El escocés se adjudicó tres títulos mundiales: 69, 71 y 73, mientras que en el 70 la corona quedó en manos de Jochen Rindt, el único campeón post-mortem de la F1. Stewart significa la bisagra entre dos modos de entender la conducción de Grand Prix. Con el, se acababa el diletantismo, la bohemia, y nace un piloto auténticamente profesional. Así entendió Jackie a las carreras incorporándole un sello propio, la obsesión por incorporar el conocimiento técnico a la conducción deportiva. Su asociación con Ken Tyrrell y Ford Cosworth resultó brillante. Jackie corrió 99 carreras, logró 27 triunfos, 17 poles y 15 vueltas rápidas.

Las temporadas del 72 y 74 fueron dominadas por un piloto súper veloz, capaz de superar y vencer al mismísimo Jackie Stewart. Emerson Fittipaldi, brasileño, muy joven por ese entonces, logró abordo del Lotus 72 Ford Cosworth el campeonato del 72, superando a Stewart por 16 puntos. La rivalidad entre ambos pilotos fue altísima. Fittipaldi volvió a vencer en el 74, en este caso con un McLaren M23 Ford Cosworth, pero ya con Stewart retirado. Tiempo después Emerson se alejaría de la F1, por diferencias con la categoría.

A partir de los años setenta la Fórmula 1 comenzaba a mostrar una línea profesional, emparentada con el marketing que hacia presa de la categoría máxima. Niki Lauda fue el primer piloto que pagó para poder ocupar una butaca. Las virtudes de este austriaco eran varias: analítico, frió y extremadamente batallador. Estas virtudes fueron tomadas en cuenta por Ferrari, quien lo contrató. Niki no los defraudó. Ganó los títulos del 75 y 77. En el año 76 Lauda sufrió un accidente terrible en Nurburgring, gravemente quemado volvió a las pistas el mismo año. El campeonato del 76 se le escapó, pero en el 77 se tomó revancha y ganó el título con la Ferrari 312 T2. De esta forma demostró a Ferrari, quien había puesto en duda su recuperación, que sus condiciones estaban intactas.

En 1984, Lauda le ganó el duelo, en una lucha épica, a su joven compañero de escuadra Alain Prost abordo de sendos McLaren MP4 Porsche. La diferencia fue de solo medio punto. Sin duda que Niki Lauda, junto al inolvidable Gilles Villeneuve, fueron de los pilotos más osados de la F1.

El título del 76 que perdió Lauda, quedó en las magistrales muñecas del inglés James Hunt. Sólo un año tardó en darle la corona a McLaren, manteniendo siempre su estilo desperjuiciado, tanto dentro como fuera de la pista, con un estilo de manejo innato, no aprendido, dotado por naturaleza sin ningún tipo de análisis haciendo lo que su ingenio le indicaba.

Las temporadas del 78 al 82 fueron ganadas por cinco pilotos diferentes. El 78 quedó en manos de Mario Andretti con el maravilloso Lotus 79 Ford Cosworth, un auto tecnológicamente superior al resto, sumada a la habilidad del pequeño Mario, formaron una combinación letal.

En el año 79 Jody Scheckter ganó el campeonato con Ferrari. Jody mantuvo un apasionante duelo con los pilotos del equipo Ligier (Jacques Laffite y Patrick Depallier), que sorpresivamente comenzaron dominando la primera parte del campeonato, para ir debilitándose sobre el final por culpa de una rivalidad entre ambos franceses. Scheckter también tuvo que enfrentarse con su coequiper Gilles Villeneuve, un piloto verdaderamente inolvidable, siempre al frente sin importar las condiciones del auto o de la pista era el lema de Gilles. La escudería Ferrari pasada la temporada del 79 tuvo que esperar 29 años para volver a ver una Ferrari campeón.

En el 80, Alan Jones se quedó con el campeonato con dudosa honradez conductiva y en prejuicio de Nelson Piquet. Mientras que en el 82, Rosberg hizo lo propio, ambos abordo de los Williams equipados con los Ford Cosworth V8, el motor más exitoso de la categoría top. Nelson Piquet se caracterizó por ser un piloto veloz y aguerrido. El brasileño mantuvo interesantes duelos con el argentino Carlos Reutemann y el inglés Nigel Mansell. Piquet consiguió tres títulos mundiales: 81, 83 y 87.

El talento del brasileño era indiscutido. En 1992, ya alejado de la Fórmula 1, intentó clasificarse para las 500 millas de Indianápolis, pero sufrió un tremendo accidente lo que motivó su alejamiento definitivo de la competición. Nelson Piquet corrió 204 carreras, ganó 23 con 24 pole positions y 23 vueltas rápidas.

Alain Prost debutó con un sexto puesto en el Gran Premio de Argentina de 1980. Prost sin lugar a dudas, fue y será uno de los pilotos más brillantes de toda la historia de la F1. Alain, francés de baja estatura y de particular expresión en su rostro, demostró que su dimensión como piloto era sensacional. Prost estuvo muy cerca de lograr 6 títulos del mundo. El primero se le escapó por medio punto a favor de Niki Lauda. El francés se revindicó y ganó los campeonatos del 85, 86, 89 y 93. El certamen del año 90, cuando competía para Ferrari, se le escapó cuando Ayrton Senna lo chocó deliberadamente en la anteúltima carrera, en Japón. Mientras que en el 92, quedó en manos de Nigel Mansell con un Williams FW14 Renault literalmente de "otra categoría". En la suma, Prost ganó cuatro títulos mundiales, disputó 199 carreras, triunfó en 51, se adjudicó 33 pole positions y 41 vueltas rápidas.

El archirival de Alain Prost fue Ayrton Senna. El brasileño era simplemente un piloto increíblemente veloz, mágico, superdotado, capaz de realizar maniobras físicamente inconcebibles. Senna debutó con el equipo Toleman. En Montecarlo de ese mismo año, logró un segundo puesto bajo una torrencial lluvia. Luego pasó al equipo Lotus, donde ganó su primera carrera en Estoril, Portugal. Fue contratado por McLaren en el 88, escudería con la cual se mantuvo hasta 1993.

La rivalidad de Senna con Prost superó todo lo conocido en la F1. Sus estilos tan opuestos como efectivos, los enfrentaron varios años, con peleas, amenazas y toques como los de Japón 89 y 90. Ayrton fue un verdadero campeón, sus magistrales victorias y maniobras, su estilo de conducir bajo la lluvia, quedarán en el sentimiento más profundo de cualquier aficionado a la F1. En el año 94 Senna fue contratado por Williams. En ocasión del Gran Premio de San Marino, el Williams sufrió problemas técnicos saliendo de pista a toda velocidad en la curva Tamburello, provocándole un accidente fatal al por entonces máximo referente de la F1 moderna.

El campeonato del 94 se lo adjudicó Michael Schumacher, sin dudas el piloto más completo de los últimos años. Sus condiciones de pilotaje bajo la lluvia y su velocidad son casi inigualables. En el 94 peleó hasta la última competencia el campeonato con Damon Hill. La definición no fue de la más honesta, Schumacher encerró a Hill chocándolo y provocando que ambos quedaran eliminados de la competencia, y con esto el título en manos del alemán con Benetton B194 Ford Zetec. En el 95, logró su segundo campeonato consecutivo con Benetton (un auto inferior al Williams de ese año), esta vez impulsado por los motores Renault.

La actitud de Schumacher en Adelaida 94 volvió a repetirse en la definición del campeonato de 1997, en donde efectuó una maniobra similar contra Jacques Villeneuve, en Jerez de la Frontera. Esta vez, Michael no consiguió su cometido y quedó fuera de la carrera.

El campeonato del 96 fue para Damon Hill, tras varios años de intento. Hill se caracterizó por ser un piloto veloz, pero muy errático. Cometió errores inadmisibles para un piloto de su calibre. De cualquier forma, el título del 96 lo ganó en buena ley con un Williams FW18 Renault imbatible. En el 97 pasó a competir con Arrows y en el 99 se retiró corriendo para Jordan, luego de ganar en Bélgica un año antes, bajo una feroz tormenta.

La temporada 97 siguió siendo dominada por Williams, en este caso el canadiense Jacques Villeneuve, hijo de Gilles, quien logró un brillante título. El talento y la velocidad natural del joven Jacques, quedó bien demostrado desde que debutó en la F1.

Jacques se formó como piloto en los Estados Unidos. Logró el campeonato de IndyCar en el año 95, y también ganó las famosas 500 millas de Indianápolis. Con estos lauros, Villeneuve ingresó por la puerta grande a la F1, junto al equipo Williams. Venció a Schumacher en varias ocasiones y mostró toda su capacidad en la última fecha en Jerez 97. Jacques no permitió que Schumacher intente cerrarlo y quitarle el título como lo hizo con Hill. La maniobra de Michael le costó una dura penalización y la consecuente pérdida del subcampeonato, que quedó finalmente en manos del otro piloto de Williams, el también alemán Heinz-Harald Frentzen.

Para el año 98 cambiaron varias cosas en la F1. El reglamento se modificó y los autos pasaron a ser más angostos y con menos adherencia.

Las temporadas del 98 y 99 fueron dominadas por la escudería McLaren Mercedes. Un auto extremadamente veloz. El finlandés Mika Häkkinen se integró a la Fórmula 1 con el equipo Lotus en el año 91. En el 93 fue contratado por Ron Dennis para suplantar a Michael Andretti. Mika supo ganarse la confianza de su patrón, y pese a su tremendo accidente en Adelaida 95, logró ganar dos campeonatos consecutivos con una efectividad y supremacía sorprendente.

Su máximo rival, Michael Schumacher, no pudo con el finlandés volador y tuvo que esperar hasta la temporada 2000 para superarlo y devolverle la gloria a Ferrari, tras 29 años de espera sin campeonatos.

La combinación Ferrari-Schumacher se tornó letal para todos sus rivales, ganando de manera consecutiva los campeonatos de pilotos y de constructores de 2000, 2001, 2002, 2003 y 2004. En 1999 Ferrari también había logrado el campeonato de marcas, pero no el de pilotos.

Sumado a los dos títulos obtenidos con Benetton (94 y 95), el astro alemán Michael Schumacher ya suma un total de 7 títulos del mundo, un récord sin precedente en la historia de la máxima categoría.

La temporada de 2005 marcó el fin de reinado Ferrari-Schumacher, quedando el campeonato en manos del prometedor español Fernando Alonso, con el extraordinario Renault R25. El equipo francés también obtuvo el título de marcas, mientras que la debacle de Ferrari fue notable, logrando una sola victoria (GP de EE.UU. en donde sólo 6 autos participaron) y el 3º puesto entre los constructores.

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